Las 6 claves para humanizar el entorno de trabajo.
Las 6 claves para humanizar los entornos de trabajo.
Son legión los ejecutivos que se lamentan por las dificultades a las que se enfrentan a la hora de definir una visión a medio y largo plazo, además de lo complejo que les resulta diseñar planes estratégicos en un mundo tan cambiante.
Sin embargo, si hay una certeza en la que cualquier ejecutivo puede apoyarse con la tranquilidad de que no va a cambiar, es el hecho de que, una buena experiencia de sus empleados es esencial para el éxito de sus empresas. Esta es una de las pocas verdades universales en las que podemos sustentar nuestros planes de negocio en el mundo actual.
Una verdad irrefutable
Si hay una verdad universal irrefutable es que los seres humanos somos más creativos, flexibles y productivos cuando nos sentimos motivados, satisfechos y comprometidos con un proyecto.
Por eso sorprende que, estando tantos ejecutivos preocupados por la complejidad y volatilidad del entorno, le presten tan poca atención a los resultados de las encuestas de satisfacción de los empleados, cuando arrojan datos tan preocupantes como que:
1️⃣ Un 60 por ciento de los empleados dicen no haber recibido nunca un agradecimiento de sus jefes.
2️⃣ Un 68 por ciento piensa que a su empresa no le importa lo más mínimo su bienestar.
3️⃣ Un 80 por ciento de los encuestados subraya que nunca han sido consultados sobre qué les motiva o cómo desearían que mejorase su entorno de trabajo.
Por eso, resulta tan paradójico que, en un contexto como el actual, donde la incertidumbre nos obliga a convivir con el riesgo y donde cada día son más las variables externas que escapan a nuestro control, estemos más preocupados por digitalizar «a capón» que por humanizar los entornos de trabajo. Conviene recordar que son los entornos de trabajo más humanos los que sientan las bases para la generación de emociones positivas y estas, a su vez, son responsables directas de:
1️⃣ La calidad de las interacciones que mantiene cada empleado con el resto de los actores de la cadena de valor: proveedores, clientes, socios y resto de la comunidad.
2️⃣ De la cantidad y la calidad del trabajo que desempeña un profesional. Nadie que se sienta insatisfecho o poco comprometido con su trabajo es capaz de alcanzar su máximo nivel de productividad.
Pero es que, además, puede que no controlemos el precio del petróleo o no podamos garantizar el suministro de componentes, pero lo que si podemos controlar y garantizar es nuestro entorno de trabajo y el bienestar de los seres humanos que, codo con codo, trabajan con nosotros en pro de un objetivo común.
¿Cómo se humaniza un entorno de trabajo?
A la hora de desarrollar entornos de trabajo orientados a mejorar la satisfacción y el compromiso de las personas, debemos tener en cuenta seis características del lugar de trabajo:
1️⃣ Nuestro lugar de trabajo debe inspirar confianza en y entre todos y cada uno de los miembros de la organización.
2️⃣ Nuestro entorno de trabajo debe fomentar la conexión y el desarrollo de relaciones positivas entre compañeros y con el resto de las personas con las que interactuamos fuera de la empresa.
3️⃣ Nuestro lugar de trabajo debe facilitar que los empleados sientan que su trabajo es significativo y que cada contribución es importante para el propósito último de la empresa.
4️⃣ Debe garantizar no solo que cada miembro de la organización comprende el valor de cada contribución individual, sino que, además, todos son reconocidos por su aportación al resultado colectivo.
5️⃣ Un entorno de trabajo más humano es aquel donde las personas cuentan con la flexibilidad para decidir cuándo apretar más y cuándo levantar el pie del acelerador, permitiéndoles así equilibrar y prevenir cualquier impacto negativo en el resto de planos de su vida: salud mental, física, familia, etc…
6️⃣ Un entorno profesional orientado al bienestar de las personas es aquel donde la inversión en tecnología tiene como principal objetivo hacer la vida más fácil a los seres humanos, permitiéndoles así elevar sus metas a un nivel donde la creatividad, la adaptabilidad y la pasión marquen la auténtica diferencia.
¿Cómo se traduce todo eso al mundo real?
Esa es la pregunta que todo el mundo me hace después de cada charla, formación o conversación informal que mantengo a diario con empresarios y ejecutivos de cualquier parte del mundo y cualquier tamaño de empresa.
Obviamente la respuesta resulta mucho más fácil que su ejecución, por 3 razones:
1️⃣ Para implantar los cambios que exige la humanización de los entornos de trabajo, lo primero que debe cambiar es la actual mentalidad de los líderes empresariales.
2️⃣ Ningún ejecutivo cambia su manera de pensar si no le das razones convincentes para hacerlo y esas razones deben, además, venir sustentadas con datos contrastados, no solo con bonitos discursos o encuestas de alguna conocida empresa consultora.
3️⃣ Además de los datos, la propuesta de cambio debe ir siempre acompañada de beneficios constatables, suficientemente atractivos en el corto plazo, lo que en inglés se llama «Quick Wins».
Así que, a todos aquellos que me contratan para realizar una charla motivacional hablando de cómo mejorar la experiencia del empleado y las ventajas de hacerlo, siempre les digo lo mismo, una charla produce un efecto efímero, que, para que surta un verdadero resultado debe formar parte de un plan mucho más amplio, que, a su vez, forme parte del plan estratégico de la compañía.
¿De qué sirve que venga un ponente a explicar lo maravilloso que resulta trabajar en entornos humanizados, si cuando se baje del escenario, o desenchuféis las pantallas, volvéis a lo mismo de siempre y os olvidáis de todo lo que habéis escuchado?
Tirando piedras contra mi tejado
Quizás algunos puedan pensar que, dedicándome yo a dar charlas, podría estar tirando piedras contra mi tejado y, quizás, en algún caso puede que tengan razón, pero en esta vida, si algo nos diferencia es nuestro grado de coherencia y no parece muy coherente hablar de liderazgo ético sin aplicar lo que promulgas a tu propio discurso.
¿Estoy diciendo que las ponencias no tienen valor alguno? Rotundamente NO. Lo que estoy diciendo es que:
1️⃣ Las ponencias motivacionales son una herramienta más dentro de un plan.
2️⃣ Los entornos de trabajo no se humanizan contratando ni a uno, ni a diez ponentes, por buenos que sean y por disruptivos, frescos y energizantes que resulten sus mensajes.
3️⃣ La transformación comienza por un cambio en la mentalidad del líder de la organización y su equipo de dirección y sin ese cambio, todo lo demás resultará estéril.
Lo que estamos diciendo es que, los verdaderos planes de transformación comienzan por la transformación de la mentalidad del líder, que, con su ejemplo, inicia y promueve el cambio en el resto de la organización.
Conclusiones
Tras algunas conversaciones con potenciales clientes, la conclusión es que, en lugar de una ponencia lo que necesitan es un proceso de:
1️⃣ Evaluación del actual estilo de liderazgo, cultura, entorno y modelo de trabajo.
2️⃣ Análisis racional y empírico del impacto de una posible transformación.
3️⃣ Diseño de un plan estratégico que aborde esa transformación de manera transversal: personas, herramientas tecnológicas y rediseño de procesos.
4️⃣ Definición de una estrategia de comunicación y formación, como pilares fundamentales del plan de transformación.
5️⃣ Establecimiento de un plan de mentoring y acompañamiento al equipo de dirección, que una vez concluido, se replicará a nivel interno.
Sin estos 5 elementos, cualquier intento de transformación organizacional no pasará del estado de quimera.
¿Hora de reflexionar?
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Un abrazo queridos «Business Humanizers»
Jordi Alemany