Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Si hay una característica común en todos los grandes líderes es la habilidad para lograr que sus equipos se comprometan al máximo y tengan un desempeño excepcional, muy por encima de lo esperado.

Los grandes líderes, esos que marcan nuestras carreras, son personas capaces de crear entornos profesionales en los que los empleados se sienten parte de algo más grande que ellos mismos.

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Los grandes líderes no sólo transforman organizaciones, sino que también transforman vidas.

Y es que, la esencia del liderazgo radica en la capacidad de forjar conexiones genuinas con aquellos que nos rodean, de cultivar un sentido de propósito compartido que inspire a cada individuo a dar lo mejor de sí mismo. En eso consiste el liderazgo, nada más, y nada menos.

Sin embargo, la cruda realidad es que esa descripción de un líder resulta algo utópica para muchos. ¿Por qué? ¿Por qué es tan difícil que aquellos que ocupan posiciones de «presunto» liderazgo encuentren tan difícil desempeñar el papel que desearíamos que desempeñasen?

Existen 3 razones por las que, por muy buenas intenciones que tenga alguien antes de ocupar una posición de responsabilidad, en la mayoría de los casos termina por convertirse en la antítesis del líder que soñaba ser. ¿Sabes cuáles son?

En este artículo te voy a contar cuales son esas 3 causas, y el porqué, por muy consciente que seas de cuál es la esencia del liderazgo, una vez te encuentras en la tesitura de tomar decisiones importantes, es fácil caer en la trampa de la autocracia y adoptar un enfoque estrictamente transaccional con tu equipo.

¿Quieres saber cuáles son? Te las desgrano en los próximos minutos de lectura.

La Brecha Entre el Líder Ideal y la Realidad del Liderazgo.

Uno de los mayores desafíos que enfrentan todos aquellos que ocupan posiciones de responsabilidad en un organigrama empresarial hoy en día es la necesidad de elegir entre convertirse en ese líder desea que sea, o en el soldado disciplinado que los accionistas esperan que sea.

Cuando uno ha ocupado posiciones de mando intermedio y ejecutivo en diferentes corporaciones, sabe que, una cosa es el líder que aspiramos a ser, y otra, muy diferente los obstáculos que nos alejan de esa aspiración. ¿Acaso crees que alguien asciende a una posición de liderazgo pensando… ¡voy a ver si consigo que todo mi equipo me odie!?

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Nadie asciende a una posición de responsabilidad con el objetivo de convertirse en un tirano.

Sin embargo, a pesar de los buenos deseos que muchos de nosotros tenemos, la cruda realidad es que alcanzar el ideal del líder soñado resulta una tarea titánica para muchos que se encuentran en posiciones de liderazgo. ¿Por qué esta brecha entre la aspiración y la realidad? ¿Por qué tantos líderes, aunque posean buenas intenciones, terminan por desviarse del camino que desearían seguir?

Existen tres razones fundamentales que obstaculizan la práctica de un liderazgo más humano. Estas razones, aunque diversas en su naturaleza, convergen en un punto común: la dificultad inherente de mantenerse fiel a los principios de autenticidad, empatía y propósito compartido en un entorno empresarial caracterizado por la presión, la competencia y la incertidumbre.

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Causa 1: Presión por Resultados a Corto Plazo

Una de las principales causas que obstaculiza la práctica de un liderazgo más humano es la presión implacable por resultados a corto plazo. En el mundo empresarial actual, donde la competencia es feroz y las demandas de los accionistas son cada vez más exigentes, los mandos intermedios y ejecutivos se encuentran constantemente bajo la lupa para entregar resultados rápidos y tangibles.

Esta presión por resultados inmediatos les lleva a adoptar un enfoque puramente transaccional del liderazgo, donde las relaciones con los empleados se reducen a intercambios de trabajo por salario y los objetivos individuales se priorizan sobre el bienestar colectivo. En ese contexto es fácil sentir la necesidad de tomar decisiones impulsivas y orientadas únicamente hacia el logro de metas a corto plazo, sin considerar adecuadamente el impacto que estas decisiones pueden tener en sus equipos a largo plazo.

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

La presión por resultados a corto plazo puede convertir a los líderes en meros gestores de números, olvidando el valor humano detrás de cada empleado.

Además, esta mentalidad de resultados a corto plazo crea un ambiente de trabajo estresante y poco saludable, donde los empleados se sienten constantemente presionados para alcanzar objetivos poco realistas y sacrifican su bienestar personal en aras del éxito de la empresa. Esta dinámica puede socavar la confianza y la moral del equipo, lo que a su vez afecta negativamente el compromiso y la productividad general.

Causa 2: Falta de Habilidades Interpersonales y de Liderazgo

Otra causa que impide practicar un liderazgo más humano es la falta de inteligencia emocional y habilidades interpersonales por parte de quienes ocupan posiciones de responsabilidad. A menudo, los mandos intermedios y ejecutivos son ascendidas a roles de liderazgo debido a su experiencia técnica o habilidades específicas en lugar de su capacidad para inspirar a un equipo y sacar lo mejor de ellos.

Esta falta de preparación deriva en situaciones en las que los mandos intermedios y ejecutivos carecen de las habilidades necesarias para comunicarse de manera clara con sus equipos, gestionar conflictos de manera constructiva y fomentar un ambiente de trabajo colaborativo. Como resultado, los empleados se sienten desatendidos, desmotivados o incluso alienados, lo que destruye el compromiso y la cohesión del equipo.

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Los líderes no nacen, se hacen; y se hacen a base de formación y práctica.

Ni nos forman, ni nos formamos en esas habilidades ¿En qué escuela o universidad te enseñan a liderar desde el punto de vista de la inspiración y la comprensión de las necesidades humanas? ¿Cuánto invierten las empresas en formar a sus futuros líderes antes de darles la responsabilidad de liderar? ¿Cuánto invertimos nosotros mismos en nuestra formación en liderazgo?

Causa 3: Falta de Autoconciencia y Autoevaluación

Una tercera causa que impide a muchos de nosotros practicar un liderazgo más humano cuando ocupamos una posición de responsabilidad es la falta de autoconciencia y autoevaluación. La autoconciencia se refiere a la capacidad de comprender nuestras propias emociones, motivaciones, fortalezas, debilidades y valores, mientras que la autoevaluación implica la capacidad de reflexionar críticamente sobre nuestras acciones, decisiones y comportamientos.

Cuando carecemos de autoconciencia terminamos por operar en piloto automático, sin cuestionar nuestras propias creencias o comportamientos y sin considerar cómo afectan a los demás. La falta de autoconciencia también nos lleva a una falta de autenticidad en el liderazgo. Nos lleva a sentir la necesidad de adoptar una imagen o comportamiento que creemos que se espera de nosotros, en lugar de ser genuinos y fieles a nosotros mismos. Esta falta de autenticidad tiende a socavar nuestra confianza y la credibilidad, lo que a su vez afecta a la moral y el compromiso del equipo.

Y al igual que ocurre con el punto anterior ¿Quién nos enseña a ser más autocríticos, a reflexionar, a cuestionar nuestras propias conductas? ¿En qué escuela, en que universidad, nos enseñan a practicar el pensamiento crítico?

Las 3 Causas Que Te Impiden Practicar un Liderazgo más Humano.

Nos enseñan a defender nuestros argumentos, no a escuchar activamente los de nuestros «adversarios»

Conclusiones

En conclusión, abordar las tres causas que impiden practicar un liderazgo más humano es fundamental para construir entornos de trabajo más saludables, productivos y satisfactorios tanto para nosotros como para nuestros equipos. La presión por resultados a corto plazo, la falta de habilidades interpersonales y de liderazgo, y la ausencia de autoconciencia y autoevaluación son obstáculos comunes que pueden dificultarnos la práctica de un liderazgo más empático, más humano.

Es crucial que reconozcamos estos desafíos y nos comprometamos a abordarlos de manera proactiva, tanto a nivel individual como organizacional. Esto exige invertir en el desarrollo de habilidades como la inteligencia emocional y el pensamiento crítico, fomentar una cultura de retroalimentación abierta y constructiva, y promover prácticas de liderazgo basadas en la transparencia, la empatía y la responsabilidad.

Es fácil criticar el pobre liderazgo de la mayoría de jefes del mundo, pero ¿Estaríamos nosotros exentos de caer en las mismas trampas?

¿Acaso inviertes tú más tiempo que tu jefe en formarte en liderazgo, en desarrollar tu inteligencia emocional, o en practicar el pensamiento crítico?

De vez en cuando, conviene, además de criticar para que el mundo mejore, mirarnos en el espejo y convertirnos en ese cambio que deseamos ver en los demás.

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