¿Cómo Detener La Fábrica de Burnout?

Muchos empresarios y ejecutivos siguen sin entender que haya profesionales que colapsen como consecuencia del agotamiento mental y físico que les genera su trabajo. Flojos les llaman. Y es que, a menudo, el burnout, o síndrome del agotamiento, se confunde con pereza o falta de compromiso, cuando en realidad se trata de una respuesta de nuestra mente y cuerpo a unas condiciones laborales insostenibles.

La falta de comprensión por parte de la mayoría de empresarios y ejecutivos sobre que es el burnout y sus verdaderas causas, genera la percepción de que se trata de un problema individual que se resuelve aislando al que lo sufre.

A la ignorancia de todos esos empresarios y ejecutivos contribuye la desinformación que generan algunos con sus consejos. Los empleados deben cambiar de hábitos, aprender a dormir más, comer mejor, hacer más deporte, practicar yoga o meditación, y un largo etcétera de recomendaciones de gurús del «lifestyle» que, si bien son fantásticos para mejorar nuestra salud mental y física, resultan completamente estériles a la hora de acabar con el burnout.

La buena noticia es que cada día son más las empresas que adquieren conciencia acerca de este problema y sus verdaderas causas raíz. La mala es que son demasiados los responsables de RRHH que no se atreven a presentar a sus superiores un análisis detallado de las razones por las que los empleados «petan», lo que les lleva a abordar el problema de forma superficial, implantando programas de bienestar que parecen más orientados a atraer talento, que a cuidar, realmente, de la salud mental de sus empleados.

Por eso, en los próximos 7 minutos de lectura voy a desgranar las verdaderas causas detrás del burnout y enumerar qué acciones debería implantar cualquier organización que realmente desee erradicarlo.

Si lideras el área de RRHH o si eres empresario o ejecutivo, en las próximas líneas te invito a mirarte al espejo.

Mucho Más Que Simples Vagos

El burnout no es simplemente un síntoma de falta de descanso o de malos hábitos personales; se trata, más bien, del producto de una disfunción organizacional profunda. Las verdaderas causas del burnout se enraízan en un estilo de liderazgo y cultura organizacional que demandan mucho más de lo que sus empleados pueden ofrecer de manera sostenible sin sacrificar su salud y bienestar, sin terminar colapsando, física y mentalmente.

El burnout es un fenómeno complejo, producto de un ambiente laboral tóxico que no comprende, ni contempla, las necesidades humanas de descanso, desconexión y disfrute. Es más, considera que estas 3 necesidades sólo las tienen los vagos y poco comprometidos con el trabajo

La percepción de que el burnout es un problema personal individual sólo hace que agravar la situación, ya que mientras se apunta al que lo sufre como culpable, obviamos las verdaderas causas raíz detrás de esta situación. La mayoría de responsables de RRHH que deciden abordar el asunto se centran en cómo ayudar a los empleados a recuperarse del agotamiento mental y físico, cuando lo que realmente necesitan es enseñar a sus líderes cómo cambiar sus hábitos, tratar su adicción al trabajo, y transformar su mentalidad cortoplacista, que son los que lo producen.

No es que los empleados que sufren burnout sean vagos, es que sus jefes, en demasiadas ocasiones, son adictos al trabajo con una nula comprensión de las necesidades humanas.

Todos los expertos coinciden en que cuanto más tiempo se ignore la conexión directa entre un liderazgo y cultura insalubres, y el burnout, más difícil resultará acabar con esta epidemia que cada día suma más afectados. El burnout no es fenómeno aislado, ni un reflejo de la falta de compromiso o pereza de los trabajadores, sino un serio indicativo de que los líderes «Superhéroe» y sus culturas «Always On» no son viables.

Liderazgo «Superhéroe» y Cultura «Always On»

Aunque muchos lo ignoran, el mayor porcentaje de casos de burnout se da entre profesionales altamente comprometidos, que debido a ese compromiso caen en la trampa del «Always On» y terminan colapsando. Los colectivos de enfermeras, médicos, profesores, policías, bomberos, cuidadores, etc… son los que concentran más casos de síndrome de agotamiento; no porque sean vagos o no tengan compromiso, sino porque desempeñan sus trabajos en entornos donde el descanso, la desconexión y el disfrute no forman parte del plan.

En el mundo empresarial, tanto los propietarios de pymes, argumentando que tienen que estar siempre presentes porque, si no, las cosas no salen, y ellos son los que se juegan su patrimonio; como en las grandes corporaciones, porque los que ascienden a posiciones de alta dirección suelen hacerlo como recompensa a su compromiso con la corporación, y ese compromiso se mide en las horas dedicadas y los resultados alcanzados; prevalece la figura del líder superhéroe.

El líder superhéroe es un ser que cree que dormir, descansar, desconectar o disfrutar de la vida es de vagos.

La Fábrica de Burnout

Y claro, este tipo de líder, con su ejemplo, inculca una cultura muy tóxica, la cultura «Always On»; emails, whatsapps, llamadas, videollamadas a todas horas, todos los días del año, notificaciones que no cesan, nuevos proyectos cada semana, carga de trabajo excesiva, y la expectativa de que, si no estas siempre disponible, no estás comprometido. Es decir, si no estás a la altura, no formas parte de su tribu, lo que aniquila el sentimiento de pertenencia y hace que las personas comiencen a desconectar de su trabajo, de su equipo, y terminen, incluso, por culparse a sí mismos por no estar a la altura.

Son estas las verdaderas causas raíz detrás del burnout. Esto es lo que convierte una empresa en una fabrica de burnout. Por eso, por muchos programas de bienestar que implantemos, si previamente no cuentas con un liderazgo y cultura saludables, que promuevan entornos de trabajo donde la prevención del burnout sea una prioridad, todos los esfuerzos serán baldíos.

Reflexiones Necesarias

RRHH, así como el resto de líderes funcionales, no pueden convertirse en cómplices silenciosos de estos estilos de liderazgo y culturas tóxicos. El principal propósito de un líder de RRHH con conciencia humanista debería ser acabar con las fábricas de burnout; luchar contra las culturas que glorifican la disponibilidad absoluta y ensalzan el sacrificio permanente como señal de lealtad y compromiso. El papel de los líderes de RRHH debería ser el de guardián del bienestar de las personas, de defensor del equilibrio vital, convencido de que esas son las bases sobre las que se construye el éxito empresarial en el largo plazo.

Es hora de que los departamentos de RRHH dejen de ser una función administrativa, encargada de gestionar la burocracia asociada a la contratación, el pago de nóminas, la formación, y el despido.

Los retos a los que se enfrentan las empresas en términos de gestión de personas son extremadamente complejos y demandan un salto evolutivo del área de RRHH hacia una función más estratégica.

Uno de esos retos es el de la prevención de los problemas de salud mental de los empleados. Tan sólo en España en 2023 se produjeron más de 600.000 bajas por incapacidad temporal por contingencias comunes (ITCC) relacionadas con problemas de salud mental, convirtiéndose en la segunda causa de baja laboral por número de afectados. Muchas de esas bajas son por burnout en sus diferentes niveles. El coste de esas bajas para el país en su conjunto – pérdida de productividad + coste de seguridad social – es superior al 2% del PIB de 2023, lo que equivale a más de 30.000 millones de euros.

Para erradicar el burnout no es suficiente con ofrecer membresías para una red de gimnasios o cursos de «mindfulness».

Cómo Detener La Fábrica de Burnout

Si bien algunos beneficios sociales como pagarle la cuota del gimnasio, las clases de yoga, o incluso ofrecer atención psicológica preventiva, puede ofrecer beneficios temporales y aliviar ciertos síntomas de estrés y ansiedad, estas soluciones no abordan las causas subyacentes del burnout; las medidas superficiales no son suficiente para detener la fábrica de burnout y su maquinaria.

Son la sobrecarga de tareas, a sensación de pérdida de control sobre el trabajo, la falta de recompensas intrínsecas, la falta de pertenencia a una comunidad, la percepción de injusticia, y la carencia de significado en lo que hacemos los que nos llevan a colapsar. La solución al burnout, por tanto, pasa por concienciar a los que lideran la organización acerca de la necesidad de:

1. Gestionar las cargas de trabajo: Asegurar que las expectativas y las cargas de trabajo sean realistas y gestionables, para no sobrecargar a los empleados.
2. Aumentar la autonomía de los empleados: Formar a los trabajadores y darles herramientas para que puedan tomar decisiones acerca de cómo y cuándo realizan sus tareas.
3. Fomentar el reconocimiento: Desarrollar un sistema de recompensas intrínsecas – más allá de lo estrictamente económico –
4. Construir una comunidad: Promover un ambiente de apoyo que facilite las relaciones saludables y cooperativas entre compañeros a todos los niveles del organigrama, en lugar de la competencia interna desmedida.
5. Promover activamente las 4 Ds: Los líderes empresariales son los primeros que deben dar ejemplo de la importancia de balancear Dedicación, Descanso, Desconexión, Disfrute.

Así que, ya lo sabes, si lideras el área de RRHH o si eres empresario o ejecutivo, te invito a que reflexiones: ¿Qué promueve nuestro estilo de liderazgo y cultura, una vida equilibrada, o una vida dedicada al trabajo? ¿Cómo afectan a la salud de los empleados?

¿Hora de reflexionar?

Si lideras el área de RRHH y necesitas ayuda para transformar tu organización, contáctame y estaré encantado de ayudarte. Llevo años liderando procesos de transformación cultural y ayudando a líderes de RRHH a generar conciencia en sus ejecutivos sobre las ventajas de adoptar un liderazgo y cultura organizacional más humanizados.

A través de mis libros, charlas inspiradoras, así como mis programas de formación y mentoring, he ayudado a cientos de organizaciones y miles de profesionales en España y LATAM a evolucionar sus estilos de liderazgo y cultura hacia modelos adaptados a las necesidades de las personas en el siglo XXI.

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Un abrazo

Jordi