Las 5 diferencias entre la pasión por el trabajo y la adicción al trabajo.
Las 5 diferencias entre la pasión y la adicción al trabajo no son fáciles de identificar. ¿Quieres saber cuáles son y cómo detectarlas?
Comenzaré diciendo que suena genial aquello de “trabaja en algo que te apasione y nunca más tendrás que trabajar”, sin embargo, los datos nos confirman 2 duras realidades:
1️⃣ Se estima que tan solo un 4% de los trabajadores de todo el planeta logran trabajar en aquello que les apasiona.
2️⃣ La gran mayoría de los que dicen sentir verdadera pasión por lo que hacen, son, en realidad, adictos al trabajo.
Y es que, en primer lugar, el mercado laboral no está diseñado para satisfacer las pasiones de los trabajadores. Las empresas no abren vacantes pensando “Vamos a ver si satisfacemos las pasiones de algún candidato.”
La realidad es que cuando una empresa abre una nueva posición, casi siempre es:
1️⃣ Cuando los recursos existentes ya no dan para más.
2️⃣ Cuando tienen un “marrón” tan grande que no saben cómo solucionar y necesitan a alguien con experiencia en resolver marrones que les eche una mano.
3️⃣ Cuando tienen una necesidad imperiosa de crecer o ejecutar un proyecto que, ya han vendido, y ahora toca implantarlo deprisa, y corriendo.
En segundo lugar, la mayoría de los profesionales que dicen sentirse “apasionadísimos” por sus trabajos, son, en realidad, adictos al #trabajo, ya que no encuentran placer y disfrute en el resto de los planos de su vida, sino exclusivamente trabajando.
Son millones los trabajadores, por cuenta propia y ajena, que dicen disfrutar tanto trabajando, que se pasan el día, la noche, el fin de semana, e incluso las vacaciones, haciéndolo. Son millones los que, de tanta pasión que sienten por su trabajo, terminan abandonando el resto de los planos vitales, descuidando a sus familias, amigos, e incluso su propia #saludmental y física.
La fina línea entre pasión y adicción
La línea entre trabajar en algo que te apasione, y convertirte en adicto al trabajo es tan fina que, si no eres muy consciente de las diferencias entre una cosa y otra, corres el riesgo de terminar dándote cuenta en algún momento de que lo tuyo no era pasión, sino adicción, y, a veces, esa reflexión llega demasiado tarde.
Por desgracia, es fácil encontrarse con profesionales que reconocen no saber que hacer cuando no están trabajando. Que se sienten ansiosos cuando pasan unas horas sin trabajar. Son millones los profesionales que revisan el email de trabajo en sus smartphone cada rato, siendo incapaces de disfrutar y relajarse cuando no tienen que trabajar. Esta es una señal clave de adicción al trabajo.
Cuando alguien les increpa, preguntándoles si no son capaces de desconectar del trabajo, normalmente responden, orgullosos, “yo tengo la suerte de trabajar en lo que me apasiona y, por eso, siento que tengo que hacerlo. De hecho, nadie me obliga. Me gusta tanto lo que hago que me parece que no trabajo.”. Si ese es tu caso, quizás te interese revisar la siguiente lista de diferencias entre trabajar en algo que te apasiona, y ser un enfermo, incapaz de desconectar de su trabajo.
5 diferencias entre alguien apasionado por su trabajo y un adicto al trabajo
1️⃣ Los que trabajan en lo que les apasiona piensan en el trabajo como una obligación placentera, pero obligación. Los adictos ven el trabajo con devoción, convirtiéndolo en su primera y, en muchos casos, única prioridad.
2️⃣ Los que trabajan en algo que les apasiona son conscientes de la importancia de equilibrar trabajo, familia, amistades, ocio, salud y espiritualidad. Los adictos al trabajo creen que el trabajo es más importante que cualquier otra cosa en sus vidas, incluyendo familiares y amigos, y tienden a abandonar cualquier otra cosa que no sea trabajo.
3️⃣ Un profesional apasionado por su trabajo disfruta hablando de sus logros profesionales, pero entiende que una conversación con amigos y familiares debe girar en torno a más cosas, no solo su trabajo. El adicto no sabe hablar de otra cosa que no sea su trabajo.
4️⃣ Un profesional al que le apasiona su trabajo es consciente de la necesidad de compaginar trabajo y descanso, mientras que los adictos al trabajo se sienten culpables cuando se trata de tomarse un descanso y en muchos casos, incluso renuncian a sus vacaciones, o se las pasan trabajando, siendo incapaces de desconectar ni un solo día.
5️⃣ La pasión por el trabajo no te impide delegar, la adicción al trabajo sí, provocando una sensación constante de “imprescindibilidad” en el adicto, que cree que todo tiene que pasar por él o ella.
Muchas personas caen en el alcohol, el juego o las drogas como consecuencia de la necesidad insatisfecha de experimentar placer, ya que sus vidas están huecas en todos los sentidos. Para muchos profesionales el trabajo reemplaza a esas otras adicciones, encontrando en él una manera de sentir placer o de escapar de la monotonía de sus vidas.
«La clave para evitar las adicciones, de cualquier tipo, es construir una vida plena en todos sus planos. Una vida que te proporcione placer y de la que no necesites escapar constantemente.»
Conclusiones
En definitiva, conviene adquirir consciencia plena acerca de las muchas y notables diferencias entre que te apasione tu trabajo y ser lo que en inglés se denomina un “workaholic” o “adicto al trabajo”.
Por desgracia, son millones los que, orgullosos de sí mismos, proclaman a los cuatro vientos lo afortunados que se sienten por trabajar en algo que les apasiona, sin querer asumir que lo que realmente sufren es una adicción, provocada por la necesidad de dopamina que todo cerebro humano tiene, y que, en su caso, solo encuentran en el trabajo.
Y cuando digo todo esto lo hago desde la experiencia.
Yo fui un adicto al trabajo durante 20 años, hasta que hace unos 7 años me desperté como todos solemos hacerlo, de repente y como consecuencia de 3 o 4 golpes en los planos vitales que realmente importan, pero a los que los workaholic prestamos menos atención: la salud, la familia y los amigos.
Así que, está muy bien eso de “trabaja en algo que te apasione y nunca más tendrás que trabajar”, pero debería de venir junto a un recordatorio mucho más importante.
“No dejes que tu pasión por el trabajo te impida disfrutar de las cosas que realmente importan en la vida.”
Si algo debíamos haber aprendido los profesionales con la pandemia es que, no pasa nada por parar un rato, por desconectar unos días, por echar el freno y reducir el nivel de exigencia que, en demasiadas ocasiones, nosotros mismos nos imponemos. Si algo deberíamos haber aprendido con esta pandemia es que no hay nada más importante que la salud y poder pasar tiempo de calidad con nuestros seres queridos cuando no estamos trabajando.
Por mucho que te apasione tu trabajo, tu vida no puede girar exclusivamente en torno a él. Es fantástico disfrutar de tu trabajo, pero también lo es gozar de la compañía de tus familiares y amigos, poder dedicar tiempo a cuidarte, desarrollar tus aficiones, o simplemente a no hacer nada y descansar.
Si cuando no estás durmiendo, pasas la mayor parte del tiempo trabajando. Si no hablas de otra cosa que de trabajo. Si no sabes que hacer cuando termina tu jornada. O si te sientes culpable por descansar. Ojo! A eso no se le llama pasión.
Y si trabajas en RRHH o si ocupas una posición de liderazgo y quieres contribuir a minimizar el riesgo de que los miembros de tu organización desarrollen adicción al trabajo, aquí te dejo algunos sencillos consejos que todas las empresas deberían aplicar:
1️⃣ No enviar emails o whatsapps después del horario de trabajo o durante los fines de semana.
2️⃣ No reconocer o premiar a aquellos que trabajan todo el tiempo y son incapaces de desconectar.
3️⃣ No promover entornos de «urgencia permanente» y necesidad constante de «empujar un poco más».
Para ayudar a combatir la adicción al trabajo los líderes deben predicar con el ejemplo, en todo momento y sin excepción.
En países como Francia y Portugal ya se han aprobado leyes que prohíben a los empleadores realizar este tipo de prácticas. Esperemos que pronto se aprueben en todo el planeta. Solo así lograremos erradicar esta terrible adicción, que, no por aceptada, deja de ser extremadamente peligrosa para la salud de millones de personas.
¿Hora de reflexionar?
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Un abrazo queridos «Business Humanizers»
Jordi Alemany